Delta de Venus

Se ha consolidado como uno de los grandes clásicos de la literatura erótica y no es de extrañar. La obra Delta de Venus, de Anaïs Nin, tiene todos los ingredientes para ser un éxito dentro de su género. Una técnica narrativa de calidad, una temática ardiente y un revolucionario punto de vista femenino sobre el erotismo y la pornografía.

Relatos eróticos por encargo

Delta de Venus es una obra particular en muchos aspectos. Para empezar porque en el primer tercio el siglo XX no era habitual que una mujer fuera tenida en cuenta como autora y mucho menos como autora de literatura erótica. Pero también es una obra peculiar en cuanto a sus orígenes.

Un excéntrico coleccionista norteamericano encargó a algunos escritores de la época la redacción de textos de contenido erótico a razón de un dólar por página. A pesar de que varios autores de renombre accedieron a las peticiones de este misterioso coleccionista, el cliente no tenía ni la más mínima intención de leer literatura, y exigía expresamente a los autores que se centraran en el sexo y no en la poesía.

Anaïs Nin nunca pensó que sus textos tuvieran el suficiente interés para ser publicados, por lo que se quedaron en manos de su cliente durante mucho tiempo y no verían la luz hasta después de la muerte de la autora. Los relatos recopilados en Delta de Venus abordan un amplio abanico de alternativas eróticas, algunas más explícitas que otras, y con una ambientación y un trasfondo totalmente revolucionarios para la época en la que fueron escritos.

Sobre la autora

Anaïs Nin Culmell fue una escritora francesa nacida a comienzos del siglo XX, famosa por sus diarios y los miles de textos en los que retrataba la vida de su época. Las más de 35.000 páginas que conforman sus diarios personales fueron recopiladas por la Universidad de California en Los Ángeles y se encuentran almacenadas en su Departamento de Colecciones Especiales.

Mantuvo contacto con grandes personalidades artísticas de su época como Edmun Wilson, Lawrence Durell, Salvador Dalí o Henry Miller, con el que durante varios años compartió algo más que una amistad. Junto a él y a otros autores participaría en la escritura de los relatos eróticos por encargo de un coleccionista y que se publicarían como obra póstuma en 1977 con el título Delta de Venus, un recopilatorio revisado de los textos escritos por Nin.